SOP y su Relación con el Peso: Un Desafío Multifacético

El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) y su relación con el peso es un tema complejo que requiere un análisis cuidadoso. En este segundo post de nuestra serie sobre SOP, quiero compartir contigo por qué la pérdida de peso puede ser especialmente difícil para quienes viven con esta condición.

La Realidad del Aumento de Peso en el SOP y los Factores que Complican su Pérdida

La dificultad para perder peso en personas con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es una realidad respaldada por estudios, que muestran un aumento promedio de 2.6 kg más en 10 años comparado con mujeres sin SOP [4]. Esto se debe a una compleja interacción de desequilibrios hormonales, alteraciones metabólicas y factores emocionales. El SOP se caracteriza por niveles elevados de hormonas androgénicas que aumentan la resistencia a la insulina, favoreciendo el almacenamiento de grasa y creando un círculo vicioso con la acumulación de grasa visceral [4].

La resistencia a la insulina puede intensificar los antojos, dificultando mantener una dieta equilibrada [3]. Además, las mujeres con SOP suelen tener una tasa metabólica basal disminuida, complicando la pérdida de peso [1]. Enfrentan también un mayor riesgo de desarrollar patrones de alimentación problemáticos, incluyendo alimentación emocional, atracones y trastornos como la bulimia [3][5]. Es crucial entender que estos comportamientos no son falta de voluntad, sino una respuesta a los desequilibrios físicos y emocionales del SOP [2].

Un Enfoque Integral y Equilibrado para el Manejo del SOP

El manejo efectivo del Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) requiere un enfoque que equilibre la importancia de la pérdida de peso con la implementación de cambios sostenibles en el estilo de vida. Es fundamental reconocer que, aunque la pérdida de peso puede ser desafiante para quienes viven con SOP, incluso una modesta reducción del 2-5% del peso corporal puede tener un impacto significativo en la mejora de los síntomas:

Una pérdida de peso modesta puede mejorar la ovulación y la regularidad de los ciclos menstruales.

Cada porcentaje de grasa corporal perdido puede reducir la hemoglobina glicosilada en un 0.1%.

Una reducción del 5% en el peso corporal podría disminuir el azúcar en sangre en ayunas en un 12%.

Perder más del 5% del peso corporal se asocia con una mejora en la fertilidad y una reducción en la formación de quistes ováricos.

Sin embargo, es igualmente importante adoptar un enfoque que no se centre únicamente en la pérdida de peso. El objetivo debe ser un cambio integral en el estilo de vida, donde la pérdida de peso se considere un beneficio adicional, no el único fin. Este enfoque integral incluye:

1. Priorizar la mejora del estilo de vida general, donde los beneficios de la pérdida de peso sean parte de un panorama más amplio.

2. Focalizarse en mejorar la salud metabólica y el bienestar, lo que puede resultar en mejoras significativas aun sin una reducción considerable en el peso.

3. Adoptar hábitos saludables y sostenibles, como una alimentación equilibrada, actividad física regular y manejo del estrés.

4. Valorar las mejoras en la salud y el bienestar como logros en sí mismos, independientemente de los cambios en el peso corporal.

Este enfoque tiene varias ventajas:

Reduce el riesgo de efecto rebote y disminuye la probabilidad de desarrollar trastornos alimentarios.

Fomenta una relación más saludable con el cuerpo y la comida.

Contribuye a un manejo más efectivo y sostenible del SOP a largo plazo.

Mejora la calidad de vida general y disminuye el riesgo de complicaciones asociadas con el SOP.

Aunque la pérdida de peso puede ser una herramienta valiosa en el manejo del SOP, es esencial enmarcarla dentro de un contexto más amplio y realista. El objetivo no es solo alcanzar un número específico en la báscula, sino adoptar un estilo de vida más equilibrado y saludable que no solo mejore los síntomas del SOP, sino que también promueva una mejor salud y calidad de vida a largo plazo.

Habiendo explorado la intrincada relación entre el SOP y el peso corporal, es natural que surjan preguntas sobre el papel de la dieta en el manejo de esta condición. ¿Existen alimentos que debemos evitar? ¿Hay una dieta “milagrosa” para el SOP? En nuestro próximo post, abordaremos estos interrogantes y más, desmitificando algunas creencias comunes sobre la alimentación y el SOP.

Referencias:

[1] Bhasin, G. et al. (2013). Women with polycystic ovary syndrome (PCOS) have lower basal metabolic rates compared to eumenorrheic controls. Fertility and Sterility, 100(3), S38-S39.

[2] Lim, S., et al. (2019). Barriers and facilitators to weight management in overweight and obese women living in Australia with PCOS: a qualitative study. BMC Endocrine Disorders, 19, 106. https://doi.org/10.1186/s12902-019-0434-8

[3] Jeanes, Y. M., et al. (2017). Binge eating behaviours and food cravings in women with Polycystic Ovary Syndrome. Appetite, 109, 24-32. https://doi.org/10.1016/j.appet.2016.11.010

[4] Barber, T. M. (2022). Why are women with polycystic ovary syndrome obese? British Medical Bulletin, 143(1), 4–15. https://doi.org/10.1093/bmb/ldac007

[5] Thannickal, A., et al. (2020). Eating, sleeping and sexual function disorders in women with polycystic ovary syndrome (PCOS): A systematic review and meta-analysis. Clinical Endocrinology, 92(4), 338-349. https://doi.org/10.1111/cen.14153

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